LLUVIA ÁCIDA ¿Ha notado usted algún residuo extraño en su casa después de una lluvia? El hombre, a través de sus actividades, perturba el medio ambiente e interfiere en la precipitación de dos maneras fundamentales: con la construcción de ciudades y con el vertido de contaminantes a la atmósfera. Respecto a la contaminación atmosférica, uno de sus efectos más destructivos es la lluvia ácida, así denominada por la elevada acidez del agua precipitada.. ... ... La lluvia se vuelve acida principalmente por la presencia de dos elementos químicos: azufre y nitrógeno. El azufre se encuentra en la hulla y el petróleo. Al quemarse forma bióxido de azufre, que se mezcla con las gotas de agua en las nubes y se convierte en ácido sulfúrico. Como resultado de la combustión, el nitrógeno forma óxidos que se transforman en ácido nítrico al reaccionar con las moléculas de agua. Una parte de ambos ácidos cae donde se originan, mientras que el resto puede recorrer cientos de kilómetros por efecto de los vientos. La lluvia ácida, se ve y se siente igual que la lluvia normal, y se podría decir que podemos bañarnos con ella sin sentir un efecto inmediato especial. El daño que produce a las personas no es directo, es más inmediato el efecto de los contaminantes que producen esta lluvia y que llegan al organismo cuando éste los respira, afectando su salud. Esta lluvia provoca fuertes daños, tiene poder corrosivo y modifica el pH, afectando la piel, los ojos, la traquea, los pulmones, de las personas y animales, las hojas y las raíces de las plantas. Por la acción de los vientos esta lluvia ácida puede trasladarse a lugares muy distantes del sitio originario de la contaminación. En Europa, están reaccionando a este importante problema de contaminación ambiental, es así que la Eurocámara adoptó ayer una directiva que introducirá, de aquí a 2020, límites más estrictos a las emisiones de azufre de los barcos. La nueva norma, acordada con el Consejo, tiene por objetivo mejorar la calidad del aire en las zonas costeras de la UE. Se estima que la contaminación atmosférica procedente de los buques provoca cerca de 50.000 muertes prematuras al año. |